domingo, 30 de diciembre de 2007

DENALI HIGHWAY, ALASKA

Durante nuestro viaje por Alaska, una de las experiencias más inolvidables fue recorrer la Denali Highway, una carretera de grava de aproximadamente unas 135 millas (216 km), que parte desde Cantwell Juntion (cerca de la entrada del parque nacional de Denali) hasta el pueblecito de Paxson (este a oeste).
Solamente está pavimentada durante las 3 primeras millas (partiendo de Cantwell) y las últimas 21 llegando a Paxson.
Esta carretera sólo está abierta desde mediados de mayo al 1 de octubre.

Desde la milla 4.5 a la 11 hay buenas vistas (hacia el esste) del Monte McKinley (siempre que el tiempo lo permita, claro está).
A lo largo de la carretera no hay ninguna gasolinera. Existen un par de campings: uno en la milla 31 (Brushkana) y otro en la 113,5 (Tangle Lakes). Aunque durante todo el trayecto pudimos ver algunas autocaravanas (RV o motorhomes) pernoctando en cualquiera de los parajes increibles de esta carretera.
La carretera transcurre paralela a la cordillera de Alaska (Alaska Range). Y se pueden ver los picos y los glaciares de estas espectaculares montañas. Todo el recorrido está salpicado de lagos, bosques boreales (taiga) y tramos de tundra en las zonas más altas.
A pocos km de la entrada un alce nos dio la bienvenida. Más adelante un puercoespín se enfadó con nosotros porque interrumpimos su cruce por la carretera. Así que tuvimos que parar para ver si el animal se decidía a cruzarla.
Un águila calva posó para nosotros subida en la punta de un árbol, para nuestro deleite. Así que parar de nuevo y disfrutar de su compañía.
A la izquierda, durante varios km, nos acompaña el rio Nenana que, más al norte, se une al rio Tanana, cerca de Fairbanks, para más tarde unirse al río Yukon, y finalmente desembocar en el mar de Bering.
El río Brushkana hacía las delicias de los pescadores de pesca con mosca del salmón.
También se atraviesa el imponente rio Mclaren, que proviene del glaciar Maclaren, visible desde la misma carretera, y que va a parar al rio Susitna.
Unas de las zonas más bellas son Kettle Lakes y Waterfowl Lakes: zonas de numerosos lagos formados a partir del deshielo de los antiguos glaciares.

En la zona de Tangle Lakes, actualmente protegida, se han encontrado más de 500 yacimientos arqueológicos que indican la presencia de habitantes en este área hace 10.000 años!!
Estos antiguos pobladores seguían a los rebaños de caribúes a través de los valles glaciares y los pasos de montaña.
Uno tiene la impresión de encontrarse en medio de una inmensidad de montañas, bosques y valles en los que el tiempo se detuvo hace miles de años. Todo es tan salvaje, puro, virgen y majestuoso que uno pierde la noción del tiempo, y la escala del espacio desaparece. La imponente belleza de la naturaleza intacta de estos remotos parajes saturan tus sentidos.
Cierras los ojos, imaginas miles de caribús que cruzan estas tierras en busca de nuevos pastos... y por un momento te sientes libre de este mundo.



Para más información: http://www.blm.gov/ak/st/en/fo/gdo/0.html

viernes, 7 de diciembre de 2007

COLL DE JOU -TAGA-SANT MARTÍ D´OGASSA

1 de Diciembre 2008

A la entrada de Ribes de Freser viniendo desde Ripoll por la C-17, una carretera a la derecha, la GIV-5263, nos lleva al pueblo de Bruguera, en 5 km. Pasamos el pueblo hasta llegar a Coll de Jou. Desde allí se puede acceder al Taga en un poco más de una hora, salvando un desnivel de unos 400 metros.

El camino,que no existe, no tiene pérdida: desde el Coll de Jou (1630) ya se ve el objetivo y sólo hay que seguir al lado de la valla que separa los municipios de Bruguera y Ogassa.

Durante la subida, de un gran desnivel, el respiro lo da la preciosa vista del Pedraforca y de la Serra d´Ensija.


Pasamos el Pla de les Cabanes (1800) y el Coll de Comallonga (1900) y subimos por la carena en vertical hacia el Taga.

Hacemos el recorrido de vuelta al coche dando un rodeo. Bajamos hacia la Portella d´ Ogassa (1807 m) y desde aquí en fuerte pendiente hacia Ogassa. El desnivel es todavía más fuerte durante la bajada (630 m desde el Taga). Durante el descenso pudimos ver una pareja de rebecos y algunos buitres. Antes un jabalí, que huye despavorido perseguido por perros de caza, cruza por entre los excursionistas que suben al Taga.




Pasamos por delante de la Iglesia Románica de Sant Martí de Ogassa (s. XI-XII) y regresamos por la estrecha carretera, que en aproximadamente hora y media, nos lleva de nuevo al Coll de Jou.




Un todoterreno arrastra un carro con perros. Un jabalí ensangrentado es el magnífico trofeo de los cazadores.