domingo, 24 de febrero de 2008

Amboseli, Kenya

Septiembre de 2004

Desde la habitación del lodge en el que nos alojabámos podíamos observar una extensa sabana en la que pacían cebras, ñus, gacelas, jirafas... No sé cuántos hoteles en el mundo pueden ofrecer al viajero unas vistas como estas.

La calma sólo se rompe cuando un grupo de gacelas o de cebras sale huyendo por la presencia de algún depredador. Se puede observar alguna pareja de guepardos acechando a su presa.

Todo el lugar está teñido por un manto blanco. Amboseli, arenas blancas que, levantadas por el viento, pintan los elefantes de blanco. Aquí no son ni marrones, ni negros. Aquí los elefantes son casi blancos.

El parque está a aproximadamente unos 240 km al sur de Nairobi en la frontera con Tanzania.Se encuentra cerca del monte Kilimanjaro. Es relativamente pequeño (tiene una extensión de unos 390 km2) y hay una densidad alta de animales, entre los que destacan leones, rinocerontes, guepardos, jirafas, hienas, zorros ... y sobre todo elefantes.

Esta tierra Masai, se asienta sobre un lago seco del Pleistoceno, y en la época de lluvias se forman charcas y pequeños lagos donde se ve a los elefantes bebiendo y pastando.

Cada mañana y cada atardecer la reina de las montañas de África viene a visitar este lugar, y ha convertirlo en uno de los paisajes más especiales de la tierra... el lugar donde nació todo.




lunes, 11 de febrero de 2008

Pushkar y la feria del camello

12,13, 14 Noviembre del 2005



Pushkar surgió cuando Brahma (el Creador) arrojó su flor de Loto (pushpa) con la mano (kar) para matar un demonio. En los tres lugares donde cayeron los pétalos se formaron tres lagos en medio del desierto. En el mayor de ellos Brahma reunió a 900.000 seres celestiales. Había nacido uno de los lugares más sagrados de la India, que purifica el alma de miles de hindúes durante la primera luna llena de noviembre.




El lago de Pushkar está rodeado por 500 templos blancos conectados al agua por 52 ghats.

Y Pushkar no sólo es especial por su lago y ghats en medio del desierto. No sólo porque se respira el hinduismo de una manera profunda. Pushkar es especial, además, por la mayor feria de camellos del mundo. El tranquilo pueblecito del desierto se convierte en hervidero de devotos, de comerciantes, de turistas... y de camellos.


Por la tarde, en las afueras del pueblo, en el desierto, encontrarás a los camelleros sentados alrededor del fuego, limpiando o cortando de manera meticulosa el pelo de sus animales a los que adornan con collares y abalorios de todos los colores, en uno de los espectáculos más pintorescos que pudimos ver en la India.



El ambiente es mágico.